Los conductores pueden experimentar una pérdida de eficacia de frenado de diferentes maneras: el recalentamiento, la disminución de la capacidad de frenado y el desgaste de las pastillas de freno son sólo unas cuantas. El ‘bloqueo por vapor’ y la ‘sensación de pedal esponjoso’ son serios problemas de eficiencia de los frenos que necesitas una investigación en profundidad. Echemos un vistazo a cada uno. A continuación te ofrecemos el consejo de nuestros expertos de Champion.
A) Problemas de eficacia por bloqueo por vapor (Vapor Lock)
El bloqueo por vapor está relacionado con la ebullición del líquido de frenos. Cuando se frena, se genera un considerable nivel de calor y, para resistir estas altas temperaturas sin llegar a la ebullición, el líquido de frenos está diseñado con un punto de ebullición alto. Sin embargo, el líquido de frenos también es higroscópico, lo que significa que absorbe el agua. En cualquier sistema de frenado hidráulico, el líquido de frenos absorbe humedad, lo que hace que baje su punto de ebullición.
Cuando esta absorción de agua alcanza un determinado nivel - después de haber frenado bruscamente de forma prolongada (en especial con cargas pesadas o un clima cálido) - el líquido de frenos puede empezar a hervir y a generar burbujas de gas. El gas es mucho más comprimible que el líquido, y por eso el conductor no experimentará presión en el pedal de freno y tendra una pérdida total o parcial de potencia de frenado conocida como bloqueo por vapor.
Cómo evitar el bloqueo por vapor
Elige el líquido de frenos adecuado
El líquido de frenos es el fluido vital del sistema de frenado. Por eso, elegir un líquido de frenos de alto rendimiento es vital. Los fabricantes de vehículos recomiendan a menudo un tipo en concreto.
Un buen líquido de frenos debe:
- ser incompresible para ofrecer un pedal sólido durante el frenado
- tener un punto de ebullición alto
- mantener el rendimiento durante la absorción de humedad
- tener una viscosidad que permanezca dentro de parámetros estrictamente definidos
- tener el nivel correcto de lubricación
- evitar la corrosión
- tener un índice de absorción respecto al caucho controlado para evitar la contracción.
Comprobación del líquido de frenos
Es fundamental verificar con regularidad el estado del líquido de frenos. La única forma real de saber cuál es el estado del líquido es ponerlo a prueba. Esto se hace en ocasiones con un aparato de comprobación de tipo bolígrafo, el cual calcula electrónicamente el contenido de humedad en unos pocos segundos. Esta forma de comprobar no se recomienda, existen otros aparatos de comprobación del líquido de frenos que aportan lecturas más precisas mediante técnicas estándar en la industria.
Cambio del líquido de frenos
Cuando el punto de ebullición es demasiado bajo, es el momento de sustituir el líquido de frenos. Estos son algunos consejos acerca de cómo purgar el sistema y cambiar el líquido de frenos.
Precaución: comprobar la presión es fundamental
Antes de purgar el sistema, lleva a cabo un test de fugas del cilindro maestro conectando un manómetro en la tubería más cercana a la pinza de freno. A continuación, debe presurizarse el sistema a 50 bares durante 45 segundos, siendo la pérdida de presión durante ese tiempo no superior a 4 bares. Una caída mayor es indicativa de una fuga en el cilindro maestro, la cual necesita atención. También puedes llevar a cabo una segunda comprobación a una presión inferior de 10 bares.
Cómo purgar el líquido de frenos en coches con frenos de disco delanteros y traseros
Purga siempre los frenos en un orden establecido, empezando por la pinza de freno más alejada del cilindro maestro (ya en la parte trasera izquierda o trasera derecha, dependiendo de si se conduce por el lado izquierdo o derecho.
- Con todaos los purgadores cerrados, coloca un conducto de purga en la primera pinza y afloje la boquilla.
- Con toques firmes, completos y lentos, pisa el pedal del freno y continúa hasta que el líquido salga limpio y no contenga burbujas de aire (en la tubería de purga).
- Con el pedal completamente presionado sin alcanzar el final de carrera, aprieta el purgador y retira el conducto de purga.
- Continúa con la pinza trasera opuesta y repite el procedimiento.
- Después de completar las pinzas traseras, asegúrate de que las pinzas delanteras también funcionan correctamente y no tienen burbujas de aire. Haz esto purgando las pinzas delantera, empezando también por la más alejada del cilindro principal y acabando con la más cercana.
- Por último, asegúrate de que se consigue una presión adecuada en el pedal.
Cómo purgar el líquido de frenos en coches con frenos de tambor
Purga siempre los frenos en un orden establecido, empezando por la pinza de freno más alejada del cilindro maestro (ya en la parte trasera izquierda o trasera derecha, dependiendo de si se conduce por el lado izquierdo o derecho).
Antes de empezar, es básico asegurarse de que se ha llevado a cabo un ajuste manual correcto (si está presente) en la holgura entre las zapatas y el tambor, de acuerdo con las especificaciones del fabricante.
- Con todos los purgadores cerrados, coloca un conducto en el purgador del cilindro de la rueda más alejada del cilindro maestro y aflójelo.
- Con toques firmes, completos y lentos, pisa el pedal del freno y continúa hasta que el líquido salga limpio y no contenga burbujas de aire (en la tubería de purga).
- Con el pedal completamente presionado, sin llegar al final de carrera, aprieta el purgador y retira el conducto.
- Continúa con el cilindro de la rueda trasera opuesta y repite el procedimiento.
- Una vez completados los cilindros de las ruedas traseras, asegúrate de que las pinzas delanteras también funcionan correctamente y están libres de burbujas de aire realizando un purgado de las mismas (comenzando por la más alejada al cilindro maestro y finalizando por la más cercana a este).
- Por último, asegúrate de que se consigue una presión adecuada en el pedal.
B) Problemas de eficicacia de los frenos por ‘sensación de pedal esponjoso’
¿Qué produce una sensación de pedal esponjoso?
Una de las causas que pueden provocar perdida de eficiencia de los frenos es la fuga de líquido de freno. Unos latiguillos de freno defectuosos pueden ser causa de fugas, o el abombamiento del mismo latiguillo, lo que conduce a una deficiente respuesta de los frenos.
Cómo evitar latiguillos de freno defectuosos:
- Comprueba su envejecimiento – comprueba con regularidad posibles rozaduras, cortes, deterioro general o fugas.
- Ajuste correcto – asegúrate de que no esté torcido o doblado, que se haya aplicado el par de apriete correcto y que no haya contacto con otras partes de la suspensión (una vez que se haya bajado el vehículo).
- Piezas de calidad - elige latiguillos que muestren una alta resistencia, buena flexibilidad, baja permeabilidad a la humedad y una baja expansión de volumen bajo presión.
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